martes, 2 de diciembre de 2008

Si no fuera por la tarifa

Anónimo

Ya tarde, en la noche ella entró a la habitación, con ese cabello negro, debajo de esa mini falda se podían ver sus piernas bien torneadas, esa blusa transparente que dejaba muy poco a la imaginación era una incitación a mi perdición. Se acercó, la tomé del brazo, me dispuse a poseerla cuando ella exclamó: Ya sabes que son $300 pesos.
Apresurado saque mi cartera, y cuál va siendo mi sorpresa al darme cuenta de que sólo contaba con $50 pesos… ni modo, al menos podría pasar 15 minutos con ella y una delicada conversación.

No hay comentarios: