Sergio Golwarz
Un famoso musicólogo chino, tan familiarizado con la estética musical de oriente, como la de occidente, y dolido de que sus paisanos no comprendieran ni se emocionaran en absoluto con la música europea más reputada, decidió traducir las fugas de Bach a la música china: intento trasladar el lenguaje musical de Juan Sebastián al lenguaje musical de sus compatriotas.
Trabajo con empeño, poniendo al servicio de su tesón todo su conocimiento de ambas culturas, que no eran pocos, pero su obra no obtuvo el menos éxito. Según los exegetas, había sido en ella demasiado “notarial”, y lo que se necesitaba era una conversión, una traducción “musical”. Pero ellos también se equivocaban: las fugas de Bach debieron permanecer inmutables; quienes debían haber sido traducidos eran los chinos.
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